Un hombre padece obesidad cuando su Índice de Masa Anatómico (IMC) es mayor a treinta. Además de esto, se estima que la obesidad es mórbida cuando el IMC ya es mayor de cuarenta y cinco.

Un IMC elevado presenta múltiples consecuencias negativas para el organismo, entre ellas la infertilidad.

“En el caso de la mujer, el impacto que tiene la obesidad sobre su fecundidad es mucho más evidente, pues provoca perturbaciones en el ciclo menstrual y puede afectar a la ovulación”.

En cambio, no todos y cada uno de los hombres obesos van a presentar esterilidad, puesto que mientras que haya suficiente producción de espermatozoides buenos, estos hombres podrán dar lugar a un embarazo.

Lo que sí se ha observado es que hay una disminución general de la calidad del semen en los hombres con obesidad. 

Específicamente, los hombres obesos tienen unos nueve millones por mililitro de espermatozoides menos en el eyaculado que los varones con un IMC normal.

El IMC se obtiene al dividir el peso en kilogramos entre la estatura en metros al cuadrado: IMC = Peso (kg) / Altura2 (m2).

Un IMC elevado presenta múltiples consecuencias negativas para el organismo, entre ellas la infertilidad.

En el caso de la mujer, el impacto que tiene la obesidad sobre su fertilidad es mucho más evidente, pues provoca perturbaciones en el ciclo menstrual y puede afectar a la ovulación.

En cambio, no todos los hombres obesos van a presentar esterilidad, pues mientras haya suficiente producción de espermatozoides buenos, estos hombres van a poder dar sitio a un embarazo.

Lo que sí se ha observado es que hay una disminución general de la calidad del semen en los hombres con obesidad. 

Específicamente, los hombres obesos tienen unos 9 millones por mililitro de espermatozoides menos en el eyaculado que los varones con un IMC normal.

Efectos de la obesidad sobre la fertilidad

Múltiples estudios relacionan la obesidad masculina con un empeoramiento de la calidad seminal, lo cual aumenta el peligro de que estos varones padezcan infertilidad.

Además, puesto que el aumento de peso afecta a la producción de las hormonas sexuales, los hombres obesos también pueden padecer otro tipo de alteraciones sexuales.

Calidad espermática

Al efectuar un seminograma en un hombre con obesidad, hay una mayor probabilidad de observar un semen de mala calidad debido a que estos varones pueden tener afectada la espermatogénesis (producción de los espermatozoides en los testículos).

En general, los parámetros más afectados son los siguientes:

• Menor volumen seminal
• Menor concentración de espermatozoides
• Peor movilidad espermática
• Mayor número de malformaciones espermáticas
• Mayor índice de fragmentación de ADN espermático

Alteraciones en el aparato reproductor masculino

Otro de los efectos de la obesidad sobre el cuerpo del varón es la disminución de la hormona testosterona.

La testosterona es la hormona sexual masculina más importante, ya que se hace cargo de regular todo el proceso de la espermatogénesis y, además de esto, es la responsable del crecimiento de los testículos y la aparición de los caracteres sexuales secundarios en la pubescencia.

Por tanto, una disminución en los niveles de testosterona puede tener consecuencias sobre la sexualidad masculina como las siguientes:

• Disfunción eréctil
• Disminución de la libido o deseo sexual

Además, el aumento de peso asimismo se relaciona con un aumento de la temperatura escrotal.

Por consiguiente, estas disfunciones del aparato reproductor masculino también complican las relaciones sexuales de la pareja y la consecución del embarazo.

Causas

La principal causa de la esterilidad masculina por obesidad es la alteración hormonal que esta provoca en el organismo del varón.

En específico, un aumento del IMC se relaciona con el aumento de la leptina sérica, una hormona que regula la homeostasis energética y la función neuroendocrina, por lo que asimismo juega un papel esencial en la función reproductiva.

Numerosos estudios sugieren que el incremento de leptina afecta a la función de las células de Leydig en los testículos, por lo que no hay suficiente producción de hormona testosterona y esto acaba afectando a la producción y maduración de los espermatozoides.

Además, asimismo se ha demostrado que la leptina sérica es mayor en los hombres obesos infértiles que en los obesos fértiles.

En conclusión, los hombres con un IMC superior a treinta tienen un nivel de andrógenos más bajo, singularmente de testosterona, lo que conduce a una situación de hipogonadismo hipogonadotropo que termina afectando a la producción espermática.

Tratamiento para lograr el embarazo

Para tratar de progresar los factores seminales y recobrar la fecundidad masculina, la primera acción habría de ser bajar de peso mediante dieta y ejercicio físico.

La pérdida de peso dependerá de cada persona en particular y de cuál sea su IMC, por lo que se recomienda ponerse a cargo de un especialista en nutrición.

Si los valores del seminograma mejoran una vez que el varón haya conseguido un IMC más bajo, podría conseguirse un embarazo natural sin inconvenientes.

En caso de no poder mejorar la calidad seminal y presentar alteraciones como la oligospermia, la astenospermia o la teratospermia, va a ser preciso recurrir a técnicas de reproducción asistida para conseguir un embarazo.

Gracias a la fecundación in vitro (FIV) con la inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI), es posible elegir los espermatozoides con mejor aspecto para fecundar a los óvulos.

No obstante, en los hombres obesos puede pasar que el ADN de sus espermatozoides esté fragmentado y esto dé sitio a embriones defectuosos que podrían provocar fallos de implantación o incluso abortos espontáneos.

Preguntas 

¿Por qué la obesidad hace daño el semen?

El deterioro de la cantidad y movilidad de los espermatozoides ocurre primordialmente a consecuencia de perturbaciones del equilibrio hormonal. 

La obesidad, eminentemente, se traduce en una mayor cantidad de células grasas o tejido graso en el organismo; y éste puede producir hormonas (leptina) que alteren tanto la secreción hormonal normal a nivel cerebral, como la producción espermática de forma directa en el testículo. 

Además de esto, existe una mayor temperatura a nivel de los testículos y una mayor producción de substancias (adipoquinas) proinflamatorias. Ambos van a contribuir a un mayor estrés oxidativo en el testículo y esto aumentará la fragmentación del ADN.

¿Los hombres con  tanto sobrepeso también pueden ser afectados ?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se cree que un hombre tiene sobrepeso cuando su IMC se sitúa entre 25 y treinta, al tiempo que la obesidad aparece cuando el IMC es superior a 30.

Los estudios enfocados al efecto que tiene el aumento de peso en la fecundidad masculina han probado que los parámetros seminales de los hombres con sobrepeso tienen valores similares a aquellos con un IMC normal (entre 18 y veinticinco).

Por tanto, los hombres con un poco de sobrepeso no suelen tener perjudicada su calidad espermática por tal motivo específicamente.

¿La obesidad infantil asimismo puede dar lugar a infertilidad?

Sí. Los pequeños obesos, aparte de correr un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, trastornos respiratorios o diabetes, también pueden ver afectada su fecundidad.

Esto se debe principalmente al hecho de que la obesidad altera los niveles hormonales en el organismo, por lo que puede haber un retraso de la pubertad en esto pequeños y defectos en la espermatogénesis.

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